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Dedicación y profesionalismo
QUÉ SUCEDE CUANDO SE PIERDE UN DIENTE?
Cuando se pierde una o varias piezas dentales, ya sea por traumatismo, enfermedad periodontal, caries muy profunda, etc. Se producen una serie de cambios importantes tanto a nivel físico como psicológico
Cuando hay un diente ausente, comienza a producirse un proceso de pérdida de hueso Las raíces de los dientes hacen de sostén de ese hueso (llamado hueso alveolar), lo estimulan en el proceso de masticación, pero al perderlo, se produce una reabsorción de éste.
El proceso normal de cicatrización es como mínimo 8 semanas, pero es muy variable en función del tamaño del alveolo.
Que pasa si se pierden…
- Dientes anteriores:
- Problema Estético: La sonrisa es la tarjeta de presentación de un mismo, la pérdida de hueso que se produce tras la extracción tiene mucha más trascendencia cuando estamos hablando de una posición de máxima estética dónde la pérdida de unos milímetros implica una disarmonía en la sonrisa. Es por esto que es muy importante en estas zonas su reposición lo antes posible incluso con un implante con un diente inmediato si la situación ósea lo permite. Además en estas zonas el hueso en la parte superior es más fino y es más frecuente la necesidad de hacer regeneraciones óseas para devolver el volumen de hueso perdido
- Afectación de la fonación: los dientes anteriores son los responsables de la correcta pronunciación de muchos fonemas.
- Afectación de la función: Los dientes de delante actúan como guías en los desplazamientos anteriores y laterales de la mandíbula. Estos movimentos son muy perjudiciales cuando se producen en las muelas ya que esta es la zona dónde más fuerza se produce de toda la boca
- Dientes posteriores:
- Falta de Protección de dientes anteriores: el hecho de que sea la zona que menos se ve y que no participa en la sonrisa, se tiende a darle menos importancia. Esto es un gran error. La salud de los dientes anteriores a largo plazo depende de que haya un correcto encaje de los dientes posteriores, estos dientes bajo ninguna circunstancia deben utilizarse para la masticación. La utilización de estos dientes para ocupar la función de las muelas provoca desgaste de los mismos y en muchas ocasiones movimiento de los dientes por sobrecarga
- Inestabilidad de la mordida: La ausencia de dientes provoca el movimiento de los adyacentes. Al moverse los dientes, la mordida ya no encaja bien y la eficacia masticatoria disminuye. Problemas a la hora de la masticación, una dentadura en mal estado nos complica la trituración de los alimentos, siendo en muchas veces insuficiente y forzando al estomago a realizar parte del trabajo que debería hacer nuestra boca.
La ausencia de dientes provoca el movimiento de los adyacentes. Al moverse los dientes, la mordida ya no encaja bien y la eficacia masticatoria disminuye.
- Asimetrías faciales: empezamos a morder más por un lado que por otro, esto provoca mayor función muscular a un lado u otro de la mandíbula
- Movimiento de los dientes adyacentes: Los dientes adyacentes al espacio también se ven afectados, la tendencia natural de los dientes es la de buscar contacto entre sí, por lo que tanto los dientes adyacentes al nuevo espacio como el diente de arriba (antagonista) que mordía con el diente ahora ausente, comienzan a desplazarse en su búsqueda de contacto. Esta es la causa de encontrar dientes inclinados a ambos lados de las ausencias o “descolgados” en el caso de faltar un diente inferior.Si tardamos mucho tiempo en reponer el diente perdido, en un gran número de ocasiones necesitamos devolver a su posición de los dientes que se han movido con ortodoncia, o en otras ocasiones tallar las piezas, pudiendo llegar a ser necesaria la realización de endodoncias. Otro problema secundario al movimiento de dientes es que se abren nuevos espacios debido al desplazamiento. Esto aumenta la tendencia a que se acumulen restos de alimentos entre los dientes y que la probabilidad de desarrollar caries en estas zonas sea mucho más alta.